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La orden de Maduro a los suyos es tajante: desacreditar a todos los que no aceptan su victoria. Incluidos los que él mismo autorizó para que vigilaran las elecciones, el centro Carter. Sus aliados en la izquierda latinoamericana, Colombia, Chile, México o Brasil, piden a Maduro que entregue las actas electorales. Él responde que lo hará, pero solo al Tribunal Supremo, al que pide una auditoría. Unos tribunales que, como denuncian los observadores internacionales, responden a la voluntad del chavismo. Maduro, por si acaso, señala el camino a los jueces. El chavismo se atrinchera ante la presión internacional. Estados Unidos ya reconoce a la oposición como ganadora de los comicios. Sentencia que hay pruebas irrefutables tras verificar las actas electorales presentadas por los candidatos opositores. Después de las protestas de estos días, con más de 20 muertos y 1.000 opositores detenidos. la situación parece más calmada en la calle. Aunque muchos comercios, gasolineras y medios de transporte continúan sin actividad.

-Redaccion-