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Esta tarde, el juez que instruye el caso Koldo ha rechazado citar a declarar a Begoña Gómez por considerar que la petición está basada en informaciones periodístas no contrastadas. Algo que no ocurrió en el caso en el que la mujer del presidente sí esta siendo investigada y que ha acabado originando toda esta crisis.
Begoña Gómez no está imputada, sino señalada por dos periódicos digitales, que han puesto el foco en empresas adjudicatarias con el Gobierno. Primero Globalia, la matriz de Air Europa, con cuyo presidente se reunió tras la pandemia. La compañía recibió una inyección de 400 millones de euros. Después Carlos Barradés, que financió su master, y para el que redactó una carta de recomendación para una adjudicación pública, que finalmente consiguió. Esas publicaciones son la base de una denuncia de 7 páginas que acusa a la mujer del presidente del Gobierno de tráfico de influencias por prevalecerse de su matrimonio. Lo que ha hecho el juez es dar los primeros pasos para ver que hay detrás de las informaciones publicadas y ha citado a dos periodistas en el enésimo caso que impulsa Manos Limpias, denunciante en casos como los ERE, Gurtel o Noos.

-Redacción-