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Pasar de 40 horas máximas a la semana a 37,5 en realidad es una forma de subir el sueldo pero que la jornada legal fuera de ocho horas cinco días a la semana, no significa que realmente fuera así en todos los casos. De hecho, la media en España está por debajo de 36 horas y media semanales. En Europa, Alemania, Países Bajos, Dinamarca e Irlanda son los países con la mayor jornada por ley, de 48 horas semanales. En la práctica están todos por debajo de las 34, mientras que Francia es de los países que han pactado trabajar menos horas a la semana, 35 y en la realidad superan esas horas habitualmente.

Los expertos coinciden en que las grandes empresas podrán asumirlo. Las pequeñas y con horarios más largos, la más perjudicadas. Entre ellas la hostelería y el comercio o el campo, que para adaptarse deberán hacer nuevos contratos o pagar horas extras. Algo que, según revela la Encuesta de Población Activa, cuatro de cada diez trabajadores, no cobra.

Entre las novedades de la ley, un nuevo control con fichaje digital velará para que se respeten los horarios y habrá multas que van desde los 1.000 a los 10.000 euros. El texto será aprobado el martes en el Consejo de Ministros, con el rechazo de la patronal y además tendrá que ser ratificado en el Congreso donde no está del todo claro que tenga los apoyos suficientes al contar con la oposición de Junts. La medida prevé dar tiempo a las empresas, hasta el 31 de diciembre, para que se adapten, beneficiará a los trabajadores no cubiertos por convenios colectivos y se aplicará a los negocios que superen las 37 horas y media de jornada semanal de media al año.

-Redacción-