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Este verano, la vocación de servicio será clave para salvar vidas en las playas de Bizkaia. Más de un centenar de futuros socorristas han afrontado exigentes pruebas físicas con la esperanza de incorporarse a uno de los 24 puestos de socorro del litoral vizcaíno, donde se han ofertado unas 40 plazas para cubrir las bajas de la temporada anterior, en un equipo total de 197 profesionales. Las pruebas, que incluyen natación, apnea y simulacros de rescate, exigen una preparación física notable y una gran capacidad de reacción ante emergencias en mar abierto, donde las condiciones pueden ser impredecibles y desafiantes. Los aspirantes, tras meses de entrenamiento, destacan la importancia de la vocación y el compromiso con la seguridad de los bañistas: “Me gusta ayudar, vivo cerca de la playa y me parece un trabajo muy bonito. Siempre tiene un poco vocacional, por las emergencias. No todo tiene que pasar en el agua, también puede pasar en la arena o rocas”. El proceso de selección, además de las pruebas físicas, incluye formación en primeros auxilios y técnicas de salvamento, cumpliendo la normativa vigente y adaptándose a las particularidades del entorno marítimo. A partir del 1 de junio, estos nuevos socorristas serán los encargados de vigilar y proteger a los bañistas en las playas vizcaínas, demostrando que la vocación y la preparación son esenciales para garantizar un verano seguro en la costa.

-Redacción-