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Sin opciones, no tienen la libertad de otros muchos. Sólo piden igualdad. El día a día de las personas con movilidad reducida se complica todavía más cuando se encuentran que la estación de San Fernando no tiene habilitado el ascensor estropeado ni las escaleras mecánicas. Encarna denuncia que es de vergüenza porque no puede subir en silla de ruedas ni por un lado ni por otro. Al bajarse del tren se encontró el ascensor averiado, y así lleva casi dos meses. Por eso se desplazó hasta otra estación y repitió el trayecto hasta colocarse en un andén en el que sí funcionase el ascensor. Tardó 2 horas en llegar a su casa y asegura que no puede explicar cómo se sintió, más allá de cabreada y hundida. Como ella, Antonio se quedó atrapado porque al llegar en el último tren ya no había más combinaciones. Otra mujer que se encontró con él denuncia lo mismo. Sin sitio por dónde subir ni salir. Para ayudarle, llegó la Policía Nacional y en Tarragona denuncian que sin los medios básicos no se puede vivir.

-Redacción-